Como le gusta mucho dibujar al grafito, pensamos que, para aligerar la mano, la pluma de caligrafía es lo mejor. Y le montamos un conjunto con plumines, tintero, una pluma de caña (hecha para la ocasión) y tarjetones de papel artesanal.
Pero el problema era el embalaje. Ya sabéis que me repatea lo simplón. Me encanta lo especial. Así que, como le gustan los zombies (en comics y eso, claro), tunee una lata con paginas de comic y quedo tal que así.
A él le encanto. ¿Que os parece a vosotros?.
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